Nunca había probado ningún rotulador para nail art, aunque siempre me habían llamado la atención. Pues tras haber usado este de Peggy Sage he de decir que facilita bastante el trabajo. Es muy sencillo hacer puntos, líneas, dibujos pequeños...
Os voy a explicar un poco cómo funciona:
En primer lugar hay que presionar la punta para que salga la tinta, en este caso es esmalte de uñas líquido. Además la punta del rotulador es muy finita, con lo cual es bastante precisa.
Hay que presionar la punta varias veces hasta que el esmalte baja y eso sí, no lo hagáis sobre las uñas. Hacedlo sobre un papel o sobre algo que no os importe manchar. Mientras trabajamos, hay que ir presionando la punta bastante a menudo, y os sigo recomendando que lo hagáis fuera de la uña por lo que pueda pasar, siempre podemos estropear el trabajo si nos sale demasiada tinta.
A mí me ha ocurrido que se le seca un poco la punta, pero al presionar sobre el papel, queda un poco de esmalte sobre este, así que he aprovechado para recogerlo y ya está.
He practicado sobre las uñas un poco para que veáis que las líneas que se consiguen son finitas y que sobre colores oscuros no tenemos problemas, porque el color destaca perfectamente, en este caso el fucsia.
Para lo que no me gusta, aunque se puede usar con mucha paciencia, es para hacer manicuras francesas, o sea, para pintar el extremo de la uña como en el caso de la uña negra. Cuesta bastante, además este rotulador de Peggy Sage no está concebido para ello.
Os dejo una foto más detallada del dibujito de la piruleta. ¿A que es chulo?
¡Uy! Se me olvidaba deciros que es de secado ultra rápido, y eso para mi gusto es un pedazo de punto positivo.
¿Qué, y vosotras, os atrevéis a probarlo?
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